El Salmón del Conocimiento

El bardo Finneces llevaba siete años pescando en Linn Feic, a orillas del Boyne, con la esperanza de capturar a Fintan, el fabuloso Salmón del Conocimiento. Se había profetizado que quien se comiera este salmón recibiría el don del conocimiento ilimitado y que dicha persona sería llamada Finn. Finneces pescaba despreocupadamente hasta que un día un muchacho llamado Demna le pidió ser su pupilo.
Y al poco tiempo, para gran alegría de Finneces, capturaron a Fintan. Era el pez más hermoso que había visto y se lo dio a Demna para que lo cocinase. Le dijo al muchacho que en modo alguno lo probase, pues después de tanto tiempo no quería perder su oportunidad.
Lo que Finneces ignoraba es que Demna era el apodo del joven Finn mac Cool. Mientras cocinaba el salmón, Finn se quemó la piel del pulgar y se lo chupó para aliviar el dolor. De modo que probó el salmón, por lo que éste le transmitió inmediatamente su conocimiento.
Cuando Finneces lo supo, le dijo malhumorado a Finn que tenía que comerse el pescado entero. Así lo hizo éste, y desde entonces tuvo el don de ver el futuro.

1 comentarios:

Hermoso blog.
Conocía esta leyenda y de hecho escribí hace poco sobre ella en mi blog con motivo de un post sobre el mes celta del avellano (ya que la Fuente de la Sabiduría en la que nadaba el Salmón del Conocimiento estaba rodeada por nueve avellanos)
aunque según tenía entendido el nombre del poeta o bardo era Finnegas.

Un saludo.

30 de octubre de 2008, 19:55  

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