Correr el velo


Faltan diez minutos para la medianoche, en vísperas de Samhain, la última cosecha del año y la festividad de los difuntos. El mundo se llena de energías que laten, esforzándose tras el velo por llegar hasta la humanidad, por recordar y por recuperar el don de la memoria. Te encuentras de pie en un gran claro solitario. Algunos dicen que es un bosquecillo, otros lo llaman nemetón. Los altos abetos que flanquean tres lados de este lugar mágico permanecen firmes y majestuosos, sus ramas oscuras y veladas invitan al secreto y la protección. Detrás de ti queda el rastrojo del maizal, que aparece blanco a medianoche, cuyo producto ha entregado a los hombres para que prosperen durante los meses duros y fríos que vendrán. El asqueroso veneno de la humanidad humea a lo lejos: las ciudades rebosan de delincuencia y desesperación, corrupción y ambición. Ya no eres una persona de hace siglos, sino del presente. La neblina flota y se desliza sobre el suelo. Ligera, plateada, roza los dobladillos de los pantalones y de los vestidos largos y pesados, acaricia mantos y capas de muchos tonos. La luna inicia su arduo viaje por el cielo, proyectando marfileños rayos ondulados de magia sobre todo lo que hay debajo. Como antes, eres uno más entre muchos, jóvenes y ancianos, gruesos y delgados. Fluctúa ante ti un mar de caras, cada una de las cuales apenas puede ocultar una tensa expectativa. Ojos de todas las edades observan el bosquecillo con detenimiento. ¿Les parece que todo está dispuesto? Los susurros ondulan en la niebla, tejiendo los hilos de unidad entre la gente. Lo sientes. Buscan la unión con el universo, se acercan y después se separan. Con alivio, sabes que por fin formas parte de los que te rodean, que todos buscáis un objetivo común. Observas a una mujer solitaria que contempla el cielo envenenado; sus labios forman una línea que indica determinación. El aire frío de la noche hace ondular su manto gris. Se dirige suavemente al centro del círculo, deslizándose entre las intensas sombras titilantes de las antorchas que la rodean. Prestas atención a lo que susurra la gente. -¿Qué vamos a hacer? -le dice una anciana a su acompañante. -No te creas que esta noche vaya a cambiar nada -le responde el joven. -Las cosas no han salido del todo bien desde la última vez que viniste -dice la mujer que está a tu lado-. Aunque los maestros hagan esfuerzos por ocultarlo. La mente del grupo te afecta. Es un pensamiento fugaz, una punzada de dolor. La desesperación serpentea a través de su energía. Puede que sea la esperanza lo que aliente a los demás, o el temor lo que les envuelve la mente. Tal vez sea más que pura determinación. Con manos graciosas y hábiles, la mujer de gris prepara la fogata y se inclina con reverencia cuando se encienden las llamas. Se hace el silencio en el bosquecillo cuando las llamas se elevan hacia el cielo, lamiendo y escupiendo chispas que se niegan a morir. Todos, hombres, mujeres y niños, se acercan a la hoguera y se dan la mano. Una anciana coloca su bota junto al pie del hombre que tiene a su lado, y él hace lo mismo con la persona que le sigue, hasta que todo el círculo se une y se cierra. Eres uno con el latido del universo. En silencio, la mujer apoya las manos sobre un montículo de tierra que hay cerca de la fogata. Con los ojos cerrados, habla en voz baja. Pronuncia palabras que sólo escuchan los dioses. Se acerca a un cuenco de agua y hace lo mismo. De un bolsill de su manto gris de lana extrae un puñado de hierbas en polvo. Girando la muñeca con delicadeza, echa el polvo en las fauces de las llamas, murmurando con el silbido y el chisporroteo de la madera. Con los brazos extendidos, retrocede. La niebla y la fragancia se elevan en una nube voluminosa por encima del lugar sagrado. A tu alrededor, muchas personas inhalan el aliento sagrado de los elementos. Cierras los ojos y aspiras tú también, lentamente. Te envuelve una cálida sensación de amor. Las cargas de la vida suben y desaparecen, capa a capa. Tu corazón está libre, tu alma se purifica. Todos respiran al unísono. Eres uno de ellos. Las nieblas sigilosas y la fragancia que se expande se fusionan por encima de la fogata. Te das cuenta de que haya unas cuantas personas en la arboleda sagrada que quieren soltarse y echar a correr, pero la mente de los maestros las contiene: esto no debe ocurrir. Sientes el contacto mental de los fuertes y los puros que mantiene unidas las energías dispersas que tratan de liberarse. -Todavía no se ha cerrado el círculo -farfulla una joven. -¡Calla! -dice entre dientes la anciana que hizo que la gente se acercara-. ¡Todavía no conoces todos los misterios! La forma que hay encima de la fogata se compacta. La mujer del círculo se arrodilla junto al montículo de tierra, hunde las manos y recoge el polvo fino en el hueco de las palmas. Se pone de pie y levanta hasta el pecho las manos ahuecadas. -Cuando las arenas del tiempo se disuelven en la unidad del universo, invoco a los Antiguos para que nos protejan y nos infundan su sabiduría. Ancestros de antaño, levantaos y sumaos al puente humano que os aguarda. -Y al decir esto abre los brazos poco a poco y separa los dedos, de modo que la tierra cae al suelo. Desde las sombras que proyecta el parpadeo de la fogata, los espectros de los seres queridos pasan entre los vivos. De pronto, te das cuenta de por qué estás aquí. Es tan sencillo y, al mismo tiempo, tan complicado. No importa si has estado practicando a solas o con un grupo. No importa si te has dedicado tú mismo o con la ayuda de alguien. Lo que importa es el gran misterio. Comprendes de antemano que todos los que están allí tienen el mismo objetivo. Todos juntos, despertaréis a la Madre que ha dormido dos mis años. El reinado de su Hijo se acerca a su fin. Bajo la tutela del Hijo, los hijos de la Madre aprendieron a amar, a trabajar y a desarrollarse en el plano terrestre, en gran medida como el propio Hijo. Es hora de reunirse con ella y de recuperar el equilibrio del planeta. Sólo en Samhain la Madre puede despertar de su sueño profundo entre los muertos. Entonces surgen de su pueblo nuevas leyendas, leyendas de prosperidad, paz y amor. La mujer del círculo alza los brazos y entrelaza las manos, con los índices extendidos, apunando a la fogata.
Madre sabia y Madre fuerte
Despertad y fijaos en vuestra poderosa multitud
Desde el vértice alumbrad
Un círculo mágico a nuestro alrededor.


Aparece un punto azul en el centro de la fogata, que crece hasta convertirse en un círculo azul brillante que rápidamente envuelve a todos los presentes y forma una burbuja protectora rodea a todo el grupo, por arriba y por abajo. -¡Igual por arriba que por abajo! -grita la bruja-. ¡El círculo queda sellado! -El aullido del viento y el de los lobos resuenan en los oídos de todos, pese a que no hay ningún movimiento físico. -¡Ahí viene! -exclama excitado un niño-. ¡Ahí viene! El corazón te late con fuerza, por la expectativa. La mujer vuelve a señalar el centro de la fogata. Madre sabia y Madre fuerte
Despertad y fijaos en vuestra poderosa multitud
Del elemento del aire
Traed a nuestra Madre, sabia y hermosa.
Del elemento del fuego
Traed a la Madre que deseamos.
Del elemento de la tierra
De su esencia, alumbradla.
Del elemento del agua
Traednos a la Hija sagrada.

La multitud se pone a dar patadas en el suelo mientras repite de forma monótona las palabras de la mujer. Se te empiezan a poner de punta los pelos de la nuca. Un grito. Un crujido. En medio del círculo está el Dios de pie, los músculos tensos a la luz de la hoguera, la cabeza poderosa lanza chispas doradas desde las puntas de sus astas. Un silencio dulce y oscuro desciende sobre el círculo. Alza al cielo sus ojos de ébano. -Despertad ahora, Señora mía, porque nos ha llegado la hora. Como me disteis hace tanto tiempo, he cuidado de vuestros hijos. Ya he cumplido con mi deber. Juntos, vuestros hijos y yo esperamos vuestro regreso. Despertad, Señora mía, al nuevo siglo. La tierra resuna, los árboles se estemecen, pero la gente permanece inmóvil. De debajo de la tierra suenan los gritos del alumbramiento, que atraviesan el aire con intenso frenesí y entran en el círculo. El centro de la fogata late y se expande. Se te llenan las fosas nasales de un aire electrificado. Emerge la Diosa, como el ave fénix de las llamas. Los cuervos bajan desde el oeste, cerniéndose y chillando en el aire sobre su cabeza iluminada. Sonriendo, sale flotando de la hoguera y abraza al Dios. ¡Ha aparecido! Se corre el velo. Fuente: Cómo preparar un caldero mágico de Silver RavenWolf

La revelación de la Diosa


Estamos en la noche del solsticio de verano, el día más largo del año. Una época excepcional, llena de un ilimitado poder y misterio
Se encuentra de pie en un amplio y apartado claro, flanqueado a tres bandas por las oscuras y perennes faldas de la madre naturaleza. Detrás de usted se extiende un ondulante campo de maíz en época de crecimiento.
Arriba, brilla la luna. Una luna llena que proyecta la luz de la vía láctea en muestro planeta, igual que el pecho de una madre que espera el momento de amamantar a su hijo. El resto de cielo extiende por la órbita resplandeciente, negro y aterciopelado, salpicado por una multitud de estrellas centelleantes.
Respira profundamente, aspira los aromas dulzones de un fresco día de verano. El campo, la oscuridad, los sonidos de la noche, el bosque y la luna, todo se confunde en un tiempo que no existe.
Cuando mira alrededor del claro, se da cuenta de que no es más que una entre montones de personas; viejas, jóvenes, robustas o delgadas. Ellas, como usted, han venido de distintos lugares lejanos para estar aquí esta noche. Un mar de rostros, que apenas logra enmascarar la expresión de sorpresa, emite susurros que se funden con los insectos nocturnos. Reina una atmósfera de paz y unidad con ambos mundos.
Un secreto, igual que el rumor de una suave ola, se mueve entre la multitud. En silencio, todo el mundo forma un círculo. Una nube solitaria corre a saludar a la luna y ensombrece su brillo por un instante.
En la oscuridad, hombres, mujeres y niños se cogen de las manos. Una vez más, la luz se filtra entre la gente; puede oírse el murmullo asustado de la multitud.
En el centro del círculo, vacío hace unos minutos, está intensamente iluminado por el aura de una mujer.
Ella es diferente. Usted trata de escudriñar en sus recuerdos pero no es capaz de evocar a nadie igual, ni en esta vida ni en ningún retazo de memoria que su sórdido cerebro le permite rememorar.
Exhibe un porte erguido y orgulloso. Sus delicados y, a la vez, fuertes brazos se elevan hacia el cielo, atrayendo la luz de la luna hacia su pecho. Hacia su alma. Está recubierta de un material brillante que ningún ser humano ha fabricado todavía. Es maravilloso presenciar cómo la envuelve, como carne fina que besa la noche.
Algunas personas la ven como una belleza de cabellos de color azabache y otros como una princesa de cabellos dorados. Sin embargo, hay personas que ven a una feroz guardiana pelirroja. Para usted, su piel parece de color miel de almizcle pero para el hombre que está a su lado brilla como ébano pulido.
Entonces se da cuenta de que está conectado con los pensamientos de todas las personas del universo. Mirar su rostro radiante significa que le roben el aire de los pulmones y jadea con los ojos pestañeando, ligeramente temeroso de ahogarse en la lógica de la nada. La sensación desaparece, su respiración se normaliza y su corazón late con fuerza.
Mirar dentro de ella es experimentar lo divino... ¡La Diosa!
La mente racional no acepta la premisa creativa de la divinidad. Por este motivo, usted se debate internamente entre si está observando carne humana o un producto de los cielos. Unos le han dicho que ese ser humano es Aradia, la Reina de las Brujas. Otros le han dicho que es la encarnación de la propia Diosa y otros dicen que es la hija de la Diosa, ya que ella no pudo encarnarse totalmente en ser humano.
Independientemente de su lucha, sabe que ha estado esperando mucho tiempo para verla. Aunque las personas que se encuentran aquí le resultan totalmente extrañas, finalmente se siente como en casa. Éste es el lugar al que pertenece.
Ella habla, su voz plateada resuena fuert y real. Atónito, contempla cómo los más altos Arboles del claro se inclinan con respeto cuando ella empieza la invocación:
¡Escuchad mis palabras y conocedme!¡Me llamarán de mil maneras!
¡S0y la doncella eterna!¡Soy la gran madre!¡Soy la anciana que posee la llave de la inmortalidad!
¡Estoy envuelta en misterio, pero todas las almas me conocen!

Desciende los brazos y los abre en dirección a todas las personas que forman el círculo a su alrededor. Una niña grita atemorizada, alterando la paz del círculo. Su madre, horrorizada, trata de apartarla mientras la pequeña irrumpe en un terrible chillido.
Pero Aradia se limita a sonreír y atraer hacia sí a la niña. Coloca los brazos como si quisiera acunarla y, éstos, antes deshabitados, cogen a la niña y la acercan a su pecho. La madre se queda al lado de un espacio vacío en el círculo.
Si hubiera una única persona entre la multitud que no creyera en su realidad, seguramente aparecería en este momento, mientras la pequeña descansa en el hombro de Aradia con apacible alegría.
Todavía con la niña en brazos, Aradia extiende con elegancia el brazo hacia el cielo y dice:
¡Escuchad mis palabras y conocedme! Cuando la luna se eleve
hacia los cielos, los niños vendrán a mí. Una vez al mes, durante
la luna llena, se reunirán en un lugar secreto, como éste, y
adorarán mi espíritu. ¡El espíritu de la Reina de las Brujas!
Y bajo mi mirada vigilante, mis hijos aprenderán acerca de los
misterios de la tierra, la naturaleza y los caminos de la magia.
¡Lo desconocido se dará a conocer y se revelará lo oculto, incluso
las almas se verán traspasadas por mi luz!¡De mi
caldera se beberá todo el conocimiento y la inmortalidad!
Hace una parada para acariciar la cabeza de la chiquilla, y después la posa suavemente en el suelo. La cría corre hacia su madre, con un rostro angelical y sereno, radiante y bendito.
Aradia empieza a deslizarse despacio por el círculo de gente, mirando atentamente todos los rostros entre las sombras. Dice:
Seréis libres de la esclavitud y bailaréis, cantaréis y haréis
celebraciones. ¡La música os rodeará, ya que mío es el extásis del
Espíritu y mío también es el júbilo de la tierra!
Sus ojos se engrandecen e iluminan y su voz estalla enérgicamente al tiempo que proclama:
¡No pido ningún sacrificio!¡Miradme, soy la madre de
todas las cosas vivientes!
Coloca la palma de la mano derecha en la frente de un hombre y grita:
¡Cread y curad!
Entonces, baja el tono de voz y guiña el ojo a otro hombre.
Sed fuertes pero flexibles.
Se vuelve súbitamente hacia una anciana:
Sed nobles, aunque reverentes.
Después, toca ligeramente la barbilla de una atractiva joven:
Parid y reproducios.
Y esboza una sonrisa seductora. Se mueve por el círculo, tocando a cada persona, infundiéndo palabras de ánimo para la esperanza y los sueños, dejando de lado el miedo y el odio.
¡Y, cuando el ciclo de la luna empiece a crecer y decrecer y a
crecer de nuevo, igual que las estaciones se suceden a ritmo
suave una detrás de otra, desde la siembra hasta la siega, desde
la muerte aparente hasta el renacimiento... Así mis hijos
descubrirán su propio camino en los dos mundos!
Su corazón empieza a latir a ritmo primal mientras ella se desliza, hacia usted. Su estómago palpita de esa forma que le resulta tan familiar cuando percibe que es a usted a quien ha escogido. Ella está frente a usted. Puede sentir la envolvente calidez de su perfume de almizcle, o ¿acaso sea lavanda? Es tan bella que le parece que sus ojos nunca volverán a ser los mismos.
La mano de ella toca con delicadeza su hombro y transmite un extático torbellino de energía que recorre todo su cuerpo y después se posa en su estomago. Habla con un susurro que, sorprendentemente, todo el mundo puede escuchar:
Y proferiréis estas palabras...
Amaré y no haré daño a nadie.
Viviré, amaré, moriré y reviviré.
Conoceré, recordaré, sabré,
y abrazaré una vez más.
En beneficio de todos, y sin perjuivio para nadie.
Mi voluntad es
Que así sea haga
¡Y así será!
Usted pronuncia estas palabras. Todo el mundo pronuncia estas palabras. Ella vuelve al centro del círculo, son que se note que se mueve; pero ahí está de nuevo. Su energía recorre cada molécula de su cuerpo. El círculo empieza a llenarse de las fluctuantes notas que surgen de las gaitas, arremolinándose en un espiral nebulosa hacia ella. En el lugar donde ella se encontraba de pie, ahora se materializa un ser elevado, mitad bestia, mitad hombre. Su cuerpo está cubierto de una fina irisación dorada. Los musculosos brazos de bronce de Él la envuelven suavemente como si estuviera hecha de la más ligera de las hadas. Dos enormes cuernos retorcidos nacen de su cabeza, relumbrando con una luz que parece provenir de Él. Ella no se asusta ante su rostro, ya que se da cuenta de que es el Dios, el consorte de la señora, y de que es la parte dorada de su ser plateado. Se sonríen abiertamente. Sus cuerpos separados se van fusionando muy despacio en una única y cegadora entidad luminosa. Y el círculo humano se sumerge en la oscuridad. Su corazón temeroso dirige la mirada al cielo, pero solo se trata de otra nube que ha pasado por delante del rostro de la luna. La luz retorna casi tan deprisa como se había esfumado. Quizás no tan mística como antes. Todas las miradas se vuelven hacia el centro del círculo. Y está vacío.

Fuente: Montarse en una escoba de plata, de Silver RavenWolf.
Nota: El original de "El poder de la Diosa" fue escrito por Doreen Valiente para utilizarlo en rituales gardnerianos.


La guerra de Troya


Los restos Arqueológicos dan cuenta de que la ciudad de Troya (llamada Ilión o Ilium en la Antigüedad), en el noroeste de Asia Menor, fue destruida en una guerra hacia el año 1250 a.C. Fue tal vez la guerra entre griegos y troyanos lo que dio pie a la Ilíada de Homero -aunque ignoramos a ciencia cierta si el mito de la guerra de Troya tuvo una base real-. El problema se inicia cuando el rey y la reina de Troya, Príamo y Hécuba, abandonan a su hijo Paris para que muera, asustados por un vaticinio que asegura que el hijo destruirá la ciudad. Paris sobrevive y al final es acogido de nuevo en su familia. Zeus plantea a Paris la tarea de juzgar quién de las tres diosas, Hera, Atenea o Afrodita, es "la más bella". Paris escoge a Afrodita, que le ha prometido darle como esposa a la mujer más hermosa del mundo -Helena-. Paris se fuga con Helena, para disgusto de su marido, Menelao. En apoyo de éste, los griegos ponen rumbo a Troya y presentan batalla para recuperar a Helena. Durante el asedio, Agamenón obtiene como botín de guerra a Criséis, hija de Crises, sacerdote troyano de Apolo. Apolo envía una plaga devastadora entre los griegos, y Agamenón se ve forzado a devolver a Criséis. Ofendido, Agamenón le arrebata a Aquiles su premio de guerra, a Briséis. Aquiles se enfurece y permanece malhumorado en su tienda, negándose a luchar, lo cual permite a los troyanos abatir a muchos griegos. Héctor, el hijo mayor de Príamo y Hécuba, mata a Patroclo, que había entrado en combate vistiendo la armadura de Aquiles tratando de intimidar a los troyanos. A Aquiles lo persiguen los pesares y el sentimiento de culpa, y se lanza a la batalla, resuelto a vengarse. Persigue a Héctor rodeando por tres veces las murallas de Troya, lo mata en combate cuerpo a cuerpo y pasea su cadáver por la ciudad arrastrándolo detrás de su carro. Príamo suplica poder dar digna sepultura a su hijo, y los dioses enfurecidos intervienen y fuerzan a Aquiles a que devuelva el cuerpo. Aquiles muere cuando una flecha de Paris lo alzanza en su único punto vilnerable el talón. Los griegos ganan la guerra mediante una estratagema de Ulises. Construyen un caballo gigante de madera hueca, en que se ocultan los mejores guerreros, mientras que la flotase hace a la mar como en retirada. Pensando que el caballo es una ofrenda a los dioses, los troyanos lo introducen en la ciudad. Por la noche, los griegos salen del vientre del animal, queman la ciudad y raptan a las mujeres. Así, se revela cierto vaticinio de Hécuba de que Paris traería la destrucción a Troya.

Del caos a la creación


Inicialmente sólo existía el Caos, "el vacío", del que se formó Gaia (la tierra) -cómo exactamente sigue sin estar claro-, junto con el Tártaro (el inframundo), Eros (el deseo), Érebo (la oscuridad del inframundo) y la Noche (la oscuridad de la tierra). La Noche se unió a Érebo para generar a Éter (el éter, o aire luminoso). Gaia dio a luz a Urano (el cielo) y juntos produjeron las primeras divinidades: los doce Titanes (gigantes con forma humana), los tres Cíclopes (criatuas con un solo ojo) y los tres Hecatonquiros (monstruos de cien manos). Insatisfecho con sus hijos, Urano los desterró al inframundo. Enojada, Gaia convenció al más joven de los Titanes, Cronos, para que castrase a su padre y le arrebatase el poder. Cronos se casó con su hermana Rea y tuvieron cinco hijos. Le advirtieron que uno de ellos lo mataría y por ello los engulló a todos al nacer. Para proteger a su sexto hijo, Rea engañó a Crons y consiguió que se tragase una piedra: así pudo ocultar al niño, que se puso a salvo con las Ninfas. Este niño fue Zeus, que al llegar a edad adulta regresó y libró una tremenda lucha contra los Titanes, la titanomaquia. Conla ayuda de los Cíclopes, que habían sido puestos en libertad, y de los Hecatonquiros, Zeus se alzó con la victoria. Obligó a Cronos a vomitar a sus hermanas y hermanos y se erigió en rey de los dioses.


La diosa Atenea saltó al mundo armada de la cabeza a los pies y dispuesta a librar batalla. Fue concebida por Zeus, rey de los dioses, y Metis, "la Sabiduría Astura". Había llegado a oídos de Zeus una profecía según la cual todo hijo nacido de Metis sería más importante que su padre y para evitarlo engulló a Metis. Le sobrevino de inmediao una terrible jaqueca, su cabeza se abrió en dos y apareció Atenea, ya completamente desarrollada. Atenea heredó la sabiduría de su madre y fue la diosa tutelar de oficios especializados, tales como el arte de tejer o de construir barcos. Uno de sus emblemas especiales era la lechuza, la más sabia de las aves. Cuenta el mito que Atenea y Poseidón disputaron sobre quién debía ser el patrón de Atenas, y se decidió que ganaría quien hiciese el mejor regalo a la ciudad. Poseidón hizo que britase agua salada de la Acrópolis (la colina que preside Atenas), dando así acceso al mar a la ciudad. Atenea creó el olivo, cuyo aceite era importante para la iluminación, la cocina y el comercio. Se consideró que ésta era la mejor aportación y la gente dio a su ciudad el nombre de Atenas, en recuerdo de la diosa. En su honor, se erigió un santuario en la Acrópolis, llamado Partenón, a partir de uno de los apelativos de Atenea, Parthenos, que significa "virgen".

Beltane y los niños

La primavera está en su momento más importante, se nota por el calor que empieza a hacer, las flores abundan en los campos y los animales salen de sus cuevas o escondites para disfrutar del verano. El fuego es el símbolo de este día para representar al calor por eso, se hacen hogueras y se pasa animales entre ellas o se saltan para que su humo purifique tanto a animales como a personas.

La fiesta comienza a la noche para seguir al día siguiente cuando nos levantamos muy temprano para recoger rocío y lavarnos la cara con él.

Es en esta fecha cuando el Dios y la Diosa, que ya han crecido y se han hecho mayores, deciden casarse y estar juntos para tener a su hijo. Muchos adultos, aprovechando esto, se casan en este día. Hay muchas celebraciones y fiestas. Lo que más gusta es el árbol de Beltane,del que cuelgan cintas de colores. Todos cogemos un extremo de una cinta y bailamos al son de la música, sin seguir un orden, para conseguir que los lazos se trencen al tronco del árbol.

Si no se dispone de un árbol, siempre puede tomarse el palo de una escoba y con una punta fijar las cintas al extremo superior. Así podremos tomar los extremos y bailar del mismo modo que si fuese un árbol. Si se desea algo más alto, se puede colocar una alcayata del techo y de ella colgar un palo que casi llegue al suelo y fijarlo atándolo al respaldo de una silla. Las cintas saldrán de la alcayata y el resto se hará como siempre. Bailar sin seguir un orden, siguiendo solo el sonido de la música, disfrutando de ella y viendo cómo se entrelazan las cintas.

Si podemos ir de paseo, sería bueno coger flores de espino para ponerlas en un florero o para regalarlas a mamá. Pero, si cogemos espino, no debemos olvidarnos de dejar un lacito rojo como regalo a las hadas pues esta flor les gusta mucho y se enfadan cuando no se les deja un obsequio a cambio. Dejaremos pan, leche y miel para las hadas en le bosque porque hoy un día en el que les gusta ser vistas y dejan sus casas en el país de las hadas para pasearse por nuestra casa, nuestra ciudad… Podemos hacer un pequeño altar para ellas sobre una piedra, llenándolo de pétalos y capullos de flores, hacer guirnaldas y coronas de flores y ramas para llevarlas en el pelo o para regalarlas a los amigos, a papá, a mamá, a nuestros hermanos… Si nos es muy difícil trenzar coronas de flores, siempre se pueden trenzar cintas de colores e insertar en los pliegues del trenzado los tallos de las flores.

En este día se elige a la Reina de Mayo y al Hombre Verde, que son un hombre y una mujer representando a los Dioses. Estas personas pueden ser papá y mamá, a los que les podemos hacer una pequeña fiesta en la que hagamos su boda. Bailaremos a su alrededor y les entregaremos regalos recordando que los Dioses también están disfrutando de su fiesta con nosotros.

Resumiendo, Beltane es día de unión y paz. Las hadas esparcen su polvo mágico de amor para que no haya riñas ni peleas.

Fuente: http://www.nieblas-de-avalon.com

Beltane

La fiesta de Beltane comienza a celebrarse la noche de la víspera del 1 de mayo para seguir festejándose durante el día siguiente. Este Sabbat nos lleva hacia la plenitud de la primavera, el renacimiento de la luz, al reinado de Cernunnos, el Dios que se convierte en el Señor de todo lo salvaje y nos dice que el invierno ha terminado definitivamente, dejándonos en la época luminosa de Samos, el verano. La hechicera invernal escocesa Cailleach Bheur se rinde en el combate dejando que llegue el estío y lanza su vara bajo un acebo para convertirse en piedra gris hasta que llegue su estación una vez más. Del mismo modo que la naturaleza se exalta y llena de vida, celebramos este día en alegría y diversión.

El nombre de esta festividad proviene de la palabra irlandesa Bealtaine que hace referencia al mes de mayo y se cree que también tiene su origen de la palabra gaélico escocesa Bealtuinn cuyo significado es Primero de Mayo. Según la tradición y el país donde se celebre esta fesitivdad, el nombre varía. Así nos encontramos con nombres tales como Cetamain, Beltaine, Calan Mai, Bealltainn, calan Me, Boaldyn, Kala Mal, Kentu-saminos, Ceitein (derivado del antiguo cét-sam-sin), Giamonia (derivado del mes Giamonios del calendario Coligny), Walpurgisnacht, Mayday, Walburga, Rudemas, Festival de Tana, Bealtinne, Belotenia… Se cree que la palabra tane significa fuego por lo que se ha traducido como "buen fuego", "fuego luminoso", hermoso fuego, fuego luminoso", "fuegos de Bel"…

Es por ello que se ha considerado siempre un festival de fuego dedicado al Dios Belenos, dios brillante y sanador también conocido como Borno, Grannios, Balor, Beltayne, Beul, Beli, Bel, Bile… En un festival de fuego no pueden faltar las hogueras. Si en Samhain se arden al atardecer, en Beltane se encienden con la salida del sol, por pares y tradicionalmente juntando madera de los nueve árboles sagrados: abedul, serbal, fresno, aliso, sauce, espino, roble, acebo y avellano. Cuando no es posible reunir las nueve maderas, se intenta al menos tener roble, fresno y espino o, en caso de no poder hacer hogueras, nueve velas alineadas en fila. Se encienden las hogueras en la tarde y se las deja arder un poco para depués apagarlas pensando en aquello que se desea apagar en la vida. Al día siguiente, se enciende la hoguera por frotación y, del fuego de esa primera gran hoguera, el resto de pequeñas fogatas de alrededor. En el caso de las velas, encender una y con la llama de ésta, prender el resto. Mientras se va encendiendo el fuego, se medita sobre aquello que se desea encender en la vida, proyectos, metas… Antes de que amanezca, se mira al cielo, para despedir a las Pléyades que terminan su ciclo mestral en el cielo.
Muchas parejas saltan las hogueras tomados de las manos para asegurar su unión y la fertilidad. Con este gesto piden por la bendición de los Dioses y ruegan por gozar de buena fortuna. Se decora el ganado con flores, guirnaldas y ramas para hacerlo pasar entre dos hogueras y así ser purificado mediante su humo y posteriormente se les salpica con agua de manantial sagrado. Algunos sacerdotes y sacerdotisas aún hoy pasan rápidamente (y con el cuidado extremo que esto requiere) a bebés por encima de las llamas para que sean purificados y bendecidos por los Dioses. Puede purificarse del mismo modo herramientas agrícolas o rituales, joyas, ropas... Hay quien camina sobre las brasas de madera de roble como muestra de su armonía con los Dioses y la Naturaleza. Muchos se llevan una pieza de la hoguera para que bendiga sus casas durante el verano y, cuando las hogueras se han extendido por completo, se recogen sus cenizas, las cuales se cree tienen propiedades mágicas. Cuando no se tiene una hoguera, se coloca una vela en el caldero o se procede a hacer una hoguera dentro de éste. De este modo, puede procederse a los ritos arriba expuestos sin ningún inconveniente.
Antiguamente se sacrificaba un toro blanco y se procedía a la lectura de sus entrañas y se procedía a la cacería de la Negra Annis, la liebre del estío. La Negra Annis es la bruja invernal de Midland, a la que la liebre representa. Atrapar al animal significa el fin de su reinado, el retorno del calor y la luz. Las doncellas solían montar a caballo esa noche e introducirse en el bosque en busca de flores de espino y plantas verdes, actualmente esta tradición continúa con la variante de que se va a pie y se ofrecen después en cestas como regalos a seres queridos y ofrendas a los Dioses. La flor del espino blanco simboliza el misterio femenino y la fertilidad. Puede cogerse un ramo de flores de espino la noche de Beltane y hacer la día siguiente una infusión con sus pétalos en agua o vino blanco e inhalar el aroma de las flores al beberlo.

Al igual que en Samhain, se cree que las puertas de otros reinos se abren, por lo que los shide, las hadas y/o la "gentecilla" salen de sus escondites. Los duendes están más activos que nunca, sobre todos aquellos de los bosques como Puck o el Alegro Robin. Se cree que dormir bajo un espinoen este día es muy posible que las hadas o los duendes nos secuestren o nos permitan vislumbrar sus actividades por unos instantes. Las hadas espolvorean a los humanos con su polvo de amor haciendo de este día el idóneo para reconciliaciones. Es por ello que ya antiguamente los celtas prohibían batallar durante esta festividad y aprovechaban para crear alianzas y fortalecer lazos de unión entre las tribus.

El Dios y la Diosa pasean de la mano por los campos, haciéndolos florecer con su amor y con el despertar de su sexualidad. El Dios goza cada día de más fuerza y vitalidad y el cortejo comienza acabando en su boda sagrada, convirtiendo a la Doncella en la Gran Madre. Debido a que mitológicamente simboliza la unión entre el Dios y la Diosa, Beltane es considerado tiempo de unión y amor. Se elige a la Doncella de la Flor o la Reina de Mayo, y al Hombre Verde que representarán a los Dioses durante esta noche o todo el año siendo los guías espirituales es por ello, que tienen que estar iniciados en la magia. Es un momento perfecto para llevar a cabo uniones de mano y ritos sexuales así como ritos de protección, donde la creatividad llena el ambiente y proyectos planeados comienzan a llevarse a cabo. Se realizan también parejas de prueba que permanecerán unidas hasta le próximo Beltane, donde reafirmarán sus votos o se separarán si creen que la relación no fue bien. Se goza de una gran libertad sexual en esta festividad, hasta el punto de que hasta los casados pueden por un día olvidar sus votos matrimoniales. Los jóvenes pasan la noche en el bosque haciendo el amor para bendecir el campo y fertilizar el suelo. Si de esta relación surge una nueva vida, el bebé pasa a ser llamado hijo de Bel, pan o Cernunnos ya que en esta noche, todos los hombres son representaciones del Dios. Otro nombre que se les asigna a estos niños suele ser Robinson o Godkind en honor a Robin Goodfellow y serán siempre considerados como portadores de buena suerte.

Beltane es un tiempo de excitación salvaje y un día en el que se aprecia el cuerpo y su capacidad divina de dar placer. Se honra al sexo en su aspecto creativo, como portador de alegría y generador de nueva vida. Es la reivindicación de que el cuerpo es algo sagrado y que el sexo no es pecado expresando que hacer el amor en el campo asegura buena cosecha e otoño. Los rituales son eróticos, simbolizando la Unión de los Dioses y se procede al Gran Rito.
Otra forma de simbolizar la unión de dos partes para formar una tercera es la tradición de trenzar cintas de colores, normalmente blancas y rojas que son los colores de la Diosa y el Dios respectivamente. Estas trenzas luego se ponen como adorno en la cabeza o en altares, colocadas de modo que formen un corazón. Otra decoración típica para el cabello suele ser las guirnaldas de flore que se hacen reuniendo manojos de flores como el espino blanco recogido la víspera, rosas, fresias, lirios... y atándolos alrededor de una guirnalda de hiedra las mujeres y los hombres con una guirnalda de madreselva decorada con hojas de roble, fresno, avellano y/o laurel. espino blanco en la víspera del 1 de mayo) y atarlos alrededor de una guirnalda de hiedra trenzada. Pueden agregarse rosas, fresias, lirios… para la de los hombres atar manojos de hojas nuevas de roble joven alrededor de una corona de madreselva hasta conseguir una corona espesa y verdosa.

Alrededor de la hoguera se representa la lucha entre las fuerzas del invierno (representadas por un hombre vestido de mujer) y las del verano (representadas por la Reina de Mayo o su consorte). Se hacen luchas de espadas en las que se simboliza la victoria de la luz ante la oscuridad.

Durante la noche, no cesa la música de flauta, tambor y gaita, acompañada normalmente de letras picantes o llenas de doble sentido. Se bebe cerveza y bebidas derivadas de la fruta de la temporada y el banquete nocturno, así como el del día siguiente es a base de cereales, cebada, trigo, avena, dulces sin chocolate, manzanas, espárragos, verdura fresca, fresas, moras, frambuesas, frutas rojas del bosque, lácteos, helado de vainilla...
Tras los ritos nocturnos de la víspera de Beltane, ya al amanecer, se sube a una montaña a saludar al sol naciente y es costumbre bañarse en fuentes sagradas o manantiales en cuyas aguas se reflejen los rayos del sol. Puede tomarse esta agua para regar el jardín con ella en este día y, al partir, echar un perfume a las aguas como ofrenda a las ondinas y dejar leche y comida para las hadas, elementales y la gentecilla. Es tradición lavarse con el rocío de esta mañana y guardarlo en botes para poder usarlo en posteriores rituales ya que se considera que el rocío es la esencia destilada de la Tierra por medio del fuego solar. Las gentes se adornan con flores y danzan la danza espiral.

Ya de regreso, la Reina de Mayo comenzará un baile alrededor del árbol de Beltane que normalmente es el abedul, sauce, acebo o espino que se decoró en Yule y al que se le han quitado las ramas. Ella será quien coloque una corona de flores alrededor del árbol para simbolizar la cópula del Dios y la Diosa. Este árbol es el símbolo más conocido de la festividad de Beltane pues el palo representa un símbolo fálico y la corona de flores en su cumbre, lo femenino. De él cuelgan múltiples lazos de colores (azul, lavanda, rosa, amarillo, blanco, rojo…) que los asistentes toman y, sin soltarlos, danzan alrededor del árbol hasta que todos los lazos quedan trenzados. Los lazos representan a los Dioses y el trenzado resurgente tras la danza simboliza la unión amorosa de éstos. El árbol puede permanecer decorado hasta el próximo Beltane o, al caer la noche, volver a tomarse las cintas y tratar de destrenzarlas en otra danza en la que se libera la fertilidad y la suerte.

En Inglaterra se celebra con los bailes de Morris, una danza en la que los bailarines llevan cascabeles cosidos a sus ropas y con la que se pretende despertar a la Madre Tierra de su letargo invernal mediante golpes con palos en el suelo y pidiendo una buena cosecha. Para este fin de conseguir una buena cosecha, se entierran junto con las semillas a sembrar, muñecas realizadas con maíz de las cosechas anteriores.

Durante el día de Beltane se elaboran bolsas con hierbas y flores, tallas en madera y/o cerámica y otros detalles como recuerdo o regalo a los Dioses por su unión para colgarlos posteriormente con un lazo rojo de las ramas de un espino blanco. La gente viste de verde en honor a las hadas y a la Madre Tierra y se perfuma con aceites de jazmín, vainilla, sauce o algún aroma frutal como fresa y mora.
Todas las casas son decoradas con flores, plantas y ramas de árboles (normalmente sauce, espino, madreselva, hierba de San Juan, asperilla, angélica, rosas, jazmín, frutos del bosque, menta…) y guirnaldas de flores cuelgan de las puertas de entrada, capullos y flores en mesas, jarrones y estanterías y miles de velas, sobre todo, cuando no se puede hacer la higuera típica de este día. Se cuelgan cintas de colores como decoración y se colocan cestas con flores y cuencos con agua y velas flotantes. El altar se cubre con un mantel rojo y se adorna con guirnaldas, cintas trenzadas formando corazones, cintas y flores y el círculo puede trazarse con pétalos de flores. En honor al sol y al calor que llega, los colores predominantes en la decoración suelen ser naranja y amarillo. El blanco se utiliza para representar a la Diosa y el rojo para el Dios.

En este día se honran a las Diosas de la Fertilidad, Diosas del Amor, Diosas Medre, la Pachamama y la Dama del Bosque Verde. Se rinde culto especialmente a los Dioses Solares y a Cernunnos depositando en los altares ofrendas florales y frutales.

Las piedras de este Sabbat son el coral, el jade, la piedra luna, las perlas, las esmeraldas, el zafiro y el cuarzo rosa que pueden aparecer decorando el altar o bien en piezas de joyería durante las celebraciones y los rituales propios de la fecha.

Lo ideal es ritualizar al aire libre, en un bosque o al menos junto a un árbol pero, esto no es siempre posible por lo que se intenta al menos llevar un árbol al círculo, que puede ser un bonsai o cualquier otro árbol cuyo tamaño nos haga posible tenerlo con nosotros. En él se colgarán los regalos y recuerdos que durante el día se hicieron en honor a la unión de los Dioses, pensando en el simbolismo y significado de este Sabbat y dedicando unas palabras a los Dioses.
Puede elaborarse una poción para renovar energías, llenando un cáliz o una copa de cristal con agua o vino blanco hasta la mitad. Se añade una cucharada de miel o un cacho de panal, el zumo de medio limón, un trozo de la piel del limón y un pellizco grande de jengibre rallado. Se sostiene el cáliz a la luz del sol, al trasluz contra un fondo de árboles y matorrales dejando que la luz verde llene la copa y se canta:

“Lo verde restaura y lo verde da vida,
siempre próspero, nunca enfermo.
Lo verde revive, lo verde renueva,
¡con esta energía te llenas!”


Se bebe esta poción durante el día, sintiendo cómo reanima y concede la energía primaveral. También es tradición que entre parejas se ofrezcan el cáliz el uno al otro.

Las parejas se dan las manos y se sientan uno frente a otro diciéndose las cualidades del otro. Comienzan diciendo "Te amo porque…" y, al acabar, el otro hace lo mismo. Tras esto, dicen a la par: "Te amo porque eres tú" y finalizan con un beso.

Cuando no se tiene pareja, se escribe en un papel blanco con tinta roja las cualidades que se buscan en la pareja y, si ya se tiene una, se escriben sus mejores cualidades. Luego se anotan aquellas cualidades propias de las que estamos orgullosos y se enrolla el papel atándolo con un lazo rojo, preferiblemente si es de una de las coronas que se han llevado durante el día. Al acostarse, se coloca el papel bajo la almohada pensando en la dicha que el amor traerá. A la mañana siguiente se toma el papel y se guarda en un lugar seguro.


Fuente: http://www.nieblas-de-avalon.com

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