Beltane

La fiesta de Beltane comienza a celebrarse la noche de la víspera del 1 de mayo para seguir festejándose durante el día siguiente. Este Sabbat nos lleva hacia la plenitud de la primavera, el renacimiento de la luz, al reinado de Cernunnos, el Dios que se convierte en el Señor de todo lo salvaje y nos dice que el invierno ha terminado definitivamente, dejándonos en la época luminosa de Samos, el verano. La hechicera invernal escocesa Cailleach Bheur se rinde en el combate dejando que llegue el estío y lanza su vara bajo un acebo para convertirse en piedra gris hasta que llegue su estación una vez más. Del mismo modo que la naturaleza se exalta y llena de vida, celebramos este día en alegría y diversión.

El nombre de esta festividad proviene de la palabra irlandesa Bealtaine que hace referencia al mes de mayo y se cree que también tiene su origen de la palabra gaélico escocesa Bealtuinn cuyo significado es Primero de Mayo. Según la tradición y el país donde se celebre esta fesitivdad, el nombre varía. Así nos encontramos con nombres tales como Cetamain, Beltaine, Calan Mai, Bealltainn, calan Me, Boaldyn, Kala Mal, Kentu-saminos, Ceitein (derivado del antiguo cét-sam-sin), Giamonia (derivado del mes Giamonios del calendario Coligny), Walpurgisnacht, Mayday, Walburga, Rudemas, Festival de Tana, Bealtinne, Belotenia… Se cree que la palabra tane significa fuego por lo que se ha traducido como "buen fuego", "fuego luminoso", hermoso fuego, fuego luminoso", "fuegos de Bel"…

Es por ello que se ha considerado siempre un festival de fuego dedicado al Dios Belenos, dios brillante y sanador también conocido como Borno, Grannios, Balor, Beltayne, Beul, Beli, Bel, Bile… En un festival de fuego no pueden faltar las hogueras. Si en Samhain se arden al atardecer, en Beltane se encienden con la salida del sol, por pares y tradicionalmente juntando madera de los nueve árboles sagrados: abedul, serbal, fresno, aliso, sauce, espino, roble, acebo y avellano. Cuando no es posible reunir las nueve maderas, se intenta al menos tener roble, fresno y espino o, en caso de no poder hacer hogueras, nueve velas alineadas en fila. Se encienden las hogueras en la tarde y se las deja arder un poco para depués apagarlas pensando en aquello que se desea apagar en la vida. Al día siguiente, se enciende la hoguera por frotación y, del fuego de esa primera gran hoguera, el resto de pequeñas fogatas de alrededor. En el caso de las velas, encender una y con la llama de ésta, prender el resto. Mientras se va encendiendo el fuego, se medita sobre aquello que se desea encender en la vida, proyectos, metas… Antes de que amanezca, se mira al cielo, para despedir a las Pléyades que terminan su ciclo mestral en el cielo.
Muchas parejas saltan las hogueras tomados de las manos para asegurar su unión y la fertilidad. Con este gesto piden por la bendición de los Dioses y ruegan por gozar de buena fortuna. Se decora el ganado con flores, guirnaldas y ramas para hacerlo pasar entre dos hogueras y así ser purificado mediante su humo y posteriormente se les salpica con agua de manantial sagrado. Algunos sacerdotes y sacerdotisas aún hoy pasan rápidamente (y con el cuidado extremo que esto requiere) a bebés por encima de las llamas para que sean purificados y bendecidos por los Dioses. Puede purificarse del mismo modo herramientas agrícolas o rituales, joyas, ropas... Hay quien camina sobre las brasas de madera de roble como muestra de su armonía con los Dioses y la Naturaleza. Muchos se llevan una pieza de la hoguera para que bendiga sus casas durante el verano y, cuando las hogueras se han extendido por completo, se recogen sus cenizas, las cuales se cree tienen propiedades mágicas. Cuando no se tiene una hoguera, se coloca una vela en el caldero o se procede a hacer una hoguera dentro de éste. De este modo, puede procederse a los ritos arriba expuestos sin ningún inconveniente.
Antiguamente se sacrificaba un toro blanco y se procedía a la lectura de sus entrañas y se procedía a la cacería de la Negra Annis, la liebre del estío. La Negra Annis es la bruja invernal de Midland, a la que la liebre representa. Atrapar al animal significa el fin de su reinado, el retorno del calor y la luz. Las doncellas solían montar a caballo esa noche e introducirse en el bosque en busca de flores de espino y plantas verdes, actualmente esta tradición continúa con la variante de que se va a pie y se ofrecen después en cestas como regalos a seres queridos y ofrendas a los Dioses. La flor del espino blanco simboliza el misterio femenino y la fertilidad. Puede cogerse un ramo de flores de espino la noche de Beltane y hacer la día siguiente una infusión con sus pétalos en agua o vino blanco e inhalar el aroma de las flores al beberlo.

Al igual que en Samhain, se cree que las puertas de otros reinos se abren, por lo que los shide, las hadas y/o la "gentecilla" salen de sus escondites. Los duendes están más activos que nunca, sobre todos aquellos de los bosques como Puck o el Alegro Robin. Se cree que dormir bajo un espinoen este día es muy posible que las hadas o los duendes nos secuestren o nos permitan vislumbrar sus actividades por unos instantes. Las hadas espolvorean a los humanos con su polvo de amor haciendo de este día el idóneo para reconciliaciones. Es por ello que ya antiguamente los celtas prohibían batallar durante esta festividad y aprovechaban para crear alianzas y fortalecer lazos de unión entre las tribus.

El Dios y la Diosa pasean de la mano por los campos, haciéndolos florecer con su amor y con el despertar de su sexualidad. El Dios goza cada día de más fuerza y vitalidad y el cortejo comienza acabando en su boda sagrada, convirtiendo a la Doncella en la Gran Madre. Debido a que mitológicamente simboliza la unión entre el Dios y la Diosa, Beltane es considerado tiempo de unión y amor. Se elige a la Doncella de la Flor o la Reina de Mayo, y al Hombre Verde que representarán a los Dioses durante esta noche o todo el año siendo los guías espirituales es por ello, que tienen que estar iniciados en la magia. Es un momento perfecto para llevar a cabo uniones de mano y ritos sexuales así como ritos de protección, donde la creatividad llena el ambiente y proyectos planeados comienzan a llevarse a cabo. Se realizan también parejas de prueba que permanecerán unidas hasta le próximo Beltane, donde reafirmarán sus votos o se separarán si creen que la relación no fue bien. Se goza de una gran libertad sexual en esta festividad, hasta el punto de que hasta los casados pueden por un día olvidar sus votos matrimoniales. Los jóvenes pasan la noche en el bosque haciendo el amor para bendecir el campo y fertilizar el suelo. Si de esta relación surge una nueva vida, el bebé pasa a ser llamado hijo de Bel, pan o Cernunnos ya que en esta noche, todos los hombres son representaciones del Dios. Otro nombre que se les asigna a estos niños suele ser Robinson o Godkind en honor a Robin Goodfellow y serán siempre considerados como portadores de buena suerte.

Beltane es un tiempo de excitación salvaje y un día en el que se aprecia el cuerpo y su capacidad divina de dar placer. Se honra al sexo en su aspecto creativo, como portador de alegría y generador de nueva vida. Es la reivindicación de que el cuerpo es algo sagrado y que el sexo no es pecado expresando que hacer el amor en el campo asegura buena cosecha e otoño. Los rituales son eróticos, simbolizando la Unión de los Dioses y se procede al Gran Rito.
Otra forma de simbolizar la unión de dos partes para formar una tercera es la tradición de trenzar cintas de colores, normalmente blancas y rojas que son los colores de la Diosa y el Dios respectivamente. Estas trenzas luego se ponen como adorno en la cabeza o en altares, colocadas de modo que formen un corazón. Otra decoración típica para el cabello suele ser las guirnaldas de flore que se hacen reuniendo manojos de flores como el espino blanco recogido la víspera, rosas, fresias, lirios... y atándolos alrededor de una guirnalda de hiedra las mujeres y los hombres con una guirnalda de madreselva decorada con hojas de roble, fresno, avellano y/o laurel. espino blanco en la víspera del 1 de mayo) y atarlos alrededor de una guirnalda de hiedra trenzada. Pueden agregarse rosas, fresias, lirios… para la de los hombres atar manojos de hojas nuevas de roble joven alrededor de una corona de madreselva hasta conseguir una corona espesa y verdosa.

Alrededor de la hoguera se representa la lucha entre las fuerzas del invierno (representadas por un hombre vestido de mujer) y las del verano (representadas por la Reina de Mayo o su consorte). Se hacen luchas de espadas en las que se simboliza la victoria de la luz ante la oscuridad.

Durante la noche, no cesa la música de flauta, tambor y gaita, acompañada normalmente de letras picantes o llenas de doble sentido. Se bebe cerveza y bebidas derivadas de la fruta de la temporada y el banquete nocturno, así como el del día siguiente es a base de cereales, cebada, trigo, avena, dulces sin chocolate, manzanas, espárragos, verdura fresca, fresas, moras, frambuesas, frutas rojas del bosque, lácteos, helado de vainilla...
Tras los ritos nocturnos de la víspera de Beltane, ya al amanecer, se sube a una montaña a saludar al sol naciente y es costumbre bañarse en fuentes sagradas o manantiales en cuyas aguas se reflejen los rayos del sol. Puede tomarse esta agua para regar el jardín con ella en este día y, al partir, echar un perfume a las aguas como ofrenda a las ondinas y dejar leche y comida para las hadas, elementales y la gentecilla. Es tradición lavarse con el rocío de esta mañana y guardarlo en botes para poder usarlo en posteriores rituales ya que se considera que el rocío es la esencia destilada de la Tierra por medio del fuego solar. Las gentes se adornan con flores y danzan la danza espiral.

Ya de regreso, la Reina de Mayo comenzará un baile alrededor del árbol de Beltane que normalmente es el abedul, sauce, acebo o espino que se decoró en Yule y al que se le han quitado las ramas. Ella será quien coloque una corona de flores alrededor del árbol para simbolizar la cópula del Dios y la Diosa. Este árbol es el símbolo más conocido de la festividad de Beltane pues el palo representa un símbolo fálico y la corona de flores en su cumbre, lo femenino. De él cuelgan múltiples lazos de colores (azul, lavanda, rosa, amarillo, blanco, rojo…) que los asistentes toman y, sin soltarlos, danzan alrededor del árbol hasta que todos los lazos quedan trenzados. Los lazos representan a los Dioses y el trenzado resurgente tras la danza simboliza la unión amorosa de éstos. El árbol puede permanecer decorado hasta el próximo Beltane o, al caer la noche, volver a tomarse las cintas y tratar de destrenzarlas en otra danza en la que se libera la fertilidad y la suerte.

En Inglaterra se celebra con los bailes de Morris, una danza en la que los bailarines llevan cascabeles cosidos a sus ropas y con la que se pretende despertar a la Madre Tierra de su letargo invernal mediante golpes con palos en el suelo y pidiendo una buena cosecha. Para este fin de conseguir una buena cosecha, se entierran junto con las semillas a sembrar, muñecas realizadas con maíz de las cosechas anteriores.

Durante el día de Beltane se elaboran bolsas con hierbas y flores, tallas en madera y/o cerámica y otros detalles como recuerdo o regalo a los Dioses por su unión para colgarlos posteriormente con un lazo rojo de las ramas de un espino blanco. La gente viste de verde en honor a las hadas y a la Madre Tierra y se perfuma con aceites de jazmín, vainilla, sauce o algún aroma frutal como fresa y mora.
Todas las casas son decoradas con flores, plantas y ramas de árboles (normalmente sauce, espino, madreselva, hierba de San Juan, asperilla, angélica, rosas, jazmín, frutos del bosque, menta…) y guirnaldas de flores cuelgan de las puertas de entrada, capullos y flores en mesas, jarrones y estanterías y miles de velas, sobre todo, cuando no se puede hacer la higuera típica de este día. Se cuelgan cintas de colores como decoración y se colocan cestas con flores y cuencos con agua y velas flotantes. El altar se cubre con un mantel rojo y se adorna con guirnaldas, cintas trenzadas formando corazones, cintas y flores y el círculo puede trazarse con pétalos de flores. En honor al sol y al calor que llega, los colores predominantes en la decoración suelen ser naranja y amarillo. El blanco se utiliza para representar a la Diosa y el rojo para el Dios.

En este día se honran a las Diosas de la Fertilidad, Diosas del Amor, Diosas Medre, la Pachamama y la Dama del Bosque Verde. Se rinde culto especialmente a los Dioses Solares y a Cernunnos depositando en los altares ofrendas florales y frutales.

Las piedras de este Sabbat son el coral, el jade, la piedra luna, las perlas, las esmeraldas, el zafiro y el cuarzo rosa que pueden aparecer decorando el altar o bien en piezas de joyería durante las celebraciones y los rituales propios de la fecha.

Lo ideal es ritualizar al aire libre, en un bosque o al menos junto a un árbol pero, esto no es siempre posible por lo que se intenta al menos llevar un árbol al círculo, que puede ser un bonsai o cualquier otro árbol cuyo tamaño nos haga posible tenerlo con nosotros. En él se colgarán los regalos y recuerdos que durante el día se hicieron en honor a la unión de los Dioses, pensando en el simbolismo y significado de este Sabbat y dedicando unas palabras a los Dioses.
Puede elaborarse una poción para renovar energías, llenando un cáliz o una copa de cristal con agua o vino blanco hasta la mitad. Se añade una cucharada de miel o un cacho de panal, el zumo de medio limón, un trozo de la piel del limón y un pellizco grande de jengibre rallado. Se sostiene el cáliz a la luz del sol, al trasluz contra un fondo de árboles y matorrales dejando que la luz verde llene la copa y se canta:

“Lo verde restaura y lo verde da vida,
siempre próspero, nunca enfermo.
Lo verde revive, lo verde renueva,
¡con esta energía te llenas!”


Se bebe esta poción durante el día, sintiendo cómo reanima y concede la energía primaveral. También es tradición que entre parejas se ofrezcan el cáliz el uno al otro.

Las parejas se dan las manos y se sientan uno frente a otro diciéndose las cualidades del otro. Comienzan diciendo "Te amo porque…" y, al acabar, el otro hace lo mismo. Tras esto, dicen a la par: "Te amo porque eres tú" y finalizan con un beso.

Cuando no se tiene pareja, se escribe en un papel blanco con tinta roja las cualidades que se buscan en la pareja y, si ya se tiene una, se escriben sus mejores cualidades. Luego se anotan aquellas cualidades propias de las que estamos orgullosos y se enrolla el papel atándolo con un lazo rojo, preferiblemente si es de una de las coronas que se han llevado durante el día. Al acostarse, se coloca el papel bajo la almohada pensando en la dicha que el amor traerá. A la mañana siguiente se toma el papel y se guarda en un lugar seguro.


Fuente: http://www.nieblas-de-avalon.com

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