
Y al poco tiempo, para gran alegría de Finneces, capturaron a Fintan. Era el pez más hermoso que había visto y se lo dio a Demna para que lo cocinase. Le dijo al muchacho que en modo alguno lo probase, pues después de tanto tiempo no quería perder su oportunidad.
Lo que Finneces ignoraba es que Demna era el apodo del joven Finn mac Cool. Mientras cocinaba el salmón, Finn se quemó la piel del pulgar y se lo chupó para aliviar el dolor. De modo que probó el salmón, por lo que éste le transmitió inmediatamente su conocimiento.
Cuando Finneces lo supo, le dijo malhumorado a Finn que tenía que comerse el pescado entero. Así lo hizo éste, y desde entonces tuvo el don de ver el futuro.
Hermoso blog.
ResponderEliminarConocía esta leyenda y de hecho escribí hace poco sobre ella en mi blog con motivo de un post sobre el mes celta del avellano (ya que la Fuente de la Sabiduría en la que nadaba el Salmón del Conocimiento estaba rodeada por nueve avellanos)
aunque según tenía entendido el nombre del poeta o bardo era Finnegas.
Un saludo.